Todas las obras literarias que están consideradas como lo más destacado de la literatura universal, y que perviven a través de los tiempos, tienen algo en común. Los personajes, aunque sean distintos y encarnen historias diferentes, tienen determinados comportamientos que se repiten.
Estos patrones de conducta similares se llaman “arquetipos”, y no solo son reconocibles en la literatura, sino que forman parte del inconsciente personal y colectivo de todos los seres humanos. Esta palabra, “arquetipo” proviene del griego y significa, básicamente, “modelo original que sirve de patrón”. También: “fuente, principio, origen”.
Los escritores de todos los tiempos han utilizado estos arquetipos universales porque los lectores están familiarizados con ellos: se identifican con las conductas que generan, hablan a su conciencia y provocan respuestas emocionales.
Todo ello para que, reconociendo esos arquetipos en las grandes obras de la literatura universal, reconozcamos también nuestros propios impulsos, almacenados en nuestro inconsciente personal y colectivo.
Arquetipos más frecuentes en la literatura universal (héroe, villano, figuras maternas y paternas, el viaje como metáfora…)
Arquetipos de nuestra obra más universal: Don Quijote de la Mancha. Miguel de Cervantes