Las constelaciones circulares nos recuerdan que no estamos solos. Cada uno de nosotros aporta una luz única a la comunidad, ya que cuando nos sentimos escuchados y podemos escuchar, establecemos vínculos personales mucho más profundos y verdaderos.
Los beneficios personales que puede aportarnos esta herramienta son: autoconocimiento, empatía, soberanía, conexión con el cuerpo, con las emociones, etc. y todo esto se produce porque ampliamos la mirada personal a través de la mirada grupal. De ese modo podemos conectar con nuestro verdadero potencial ampliando nuestros recursos, pudiendo ayudarnos de una manera más fácil a poder resolver nuestros conflictos internos.
Las constelaciones circulares son una experiencia transformadora que busca la belleza del ser humano, en vez de la sospecha.